BUENOS AIRES.- La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, negó que haya habido restricciones a la importación de alimentos, aunque reconoció que hay intereses comerciales de un lado y del otro, en relación a la Argentina y a los países europeos que se quejaron por supuestas limitaciones comerciales. "No hubo restricciones de ninguna manera a las importaciones de alimentos", aseguró la mandataria, al tiempo que consideró que toda medida de proteccionismo es reprochable.
Las declaraciones de la jefa de Estado tienen lugar luego de una semana en la que se hicieron públicas las protestas de los consejeros comerciales de la Unión Europea y de funcionarios y empresarios brasileños, ante las versiones sobre supuestas órdenes verbales del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para limitar la importación de algunos productos alimenticios.
Tras inaugurar las oficinas de Aerolíneas Argentinas en Madrid, la Presidenta planteó: "no tenemos que asustarnos de que haya intereses comerciales de un lado y del otro. Tenemos que ser muy sensatos, realistas, inteligentes, y ver la película entera y no ver la paja en el ojo ajeno. Una visión más completa nos va a permitir encontrar soluciones a escala global de los problemas que estamos teniendo".
Posteriormente, al término de una reunión entre los mandatarios de la Unión Europea y el Mercosur, señaló que proteccionismo es subsidiar producciones, dar promociones fiscales, dar beneficios a las exportaciones y no sólo restricciones al ingreso de productos. "Es cierto, tal cual lo afirma el documento firmado por ambos bloques, que debemos abordar el concepto de proteccionismo en todas sus formas", concedió la mandataria, luego de reanudarse las negociaciones entre la UE y el Mercosur por una zona de libre comercio. Hasta el momento, según trascendió, las restricciones al ingreso de alimentos fueron anunciadas verbalmente por Moreno a supermercadistas y se implementarían a partir de junio.
La noticia generó inquietud en el Viejo Continente, que atraviesa una fuerte crisis, por lo cual los embajadores de la Unión Europea manifestaron su preocupación ante diputados de la Comisión de Relaciones Exteriores. Hasta el momento, el ministro de Economía Amado Boudou evitó pronunciarse sobre la cuestión y sólo se limitó a destacar que hay que cuidar el mercado interno y a los productores argentinos. Esto de ser buenitos y abrirnos al mundo y después no poder exportar limones a los Estados Unidos, es una idea romántica pero muy ingenua", fundamentó. Consultado sobre si hay trabas para el ingreso de alimentos, indicó que "hay una reglamentación que el gobierno argentino cumple y lleva adelante", y añadió que "permanentemente se van analizando situaciones particulares". (DyN)